Plenas forma parte de este grupo de pueblos
En
demografía se consideran municipios «terminales» aquellos que,
además de tener pocos vecinos, cuentan con censos en los que más del 40% de la
población tiene 65 años de edad o más.
Aragón es una de las regiones del
interior peninsular que ejemplifican este problema. Cuenta con un total de 731
municipios, de los que 162 están catalogados como demográficamente
«terminales». Además, otras 411 localidades están calificadas como «muy
viejas», es decir, a un paso de ser catalogadas como «municipios terminales».
Entre municipios «terminales» y «muy
viejos», el riesgo de su desaparición como pueblos habitados planea en un
horizonte más o menos lejano sobre ocho de cada diez localidades aragonesas,
una región en la que más de la mitad de sus habitantes se concentran en
Zaragoza capital y su entorno inmediato de influencia.
España tiene más de mil pueblos en
grave peligro de extinción. Unos quinientos
están condenados a desaparecer, más pronto que tarde, si no se produce en ellos
un milagro demográfico. Su futuro solo podría pasar por conseguir atraer
parejas jóvenes con hijos que garantizaran el relevo generacional. Y esto, para
la mayoría, parece un imposible después de décadas en las que no han parado de
ir a menos, a perder población, a quedarse cada vez con menos jóvenes y más
abuelos, a dejar de tener niños corriendo por sus calles y plazas.
Los que peor lo tienen son los municipios
que no llegan a cien habitantes. Y de estos hay en la actuaildad 1.193
en toda España. Lo habitual es que compartan un mismo panorama: muy pocos
vecinos -con frecuencia menos de los que oficialmente indica el padrón, porque
no suele ser extraño que estén empadronadas personas que en realidad viven
habitualmente fuera de la localidad- y predominio de los mayores de 65 años.
De estos 1.193 municipios españoles
con menos de cien vecinos, casi la mitad -461- no llegan a los cincuenta
habitantes empadronados.
En toda España hay 8.117 municipios,
así que los que están en serio peligro de extinción -con menos de 100
habitantes- representan el 15 por ciento.
Teruel, Palencia, Soria, Guadalajara
y Burgos son las provincias en las que el
desierto demográfico amenaza con más crudeza.
De todas ellas, la provincia de
Soria es la que lo acusa de forma más grave. Hoy por hoy, el 62 por ciento
de los municipios sorianos no llegan a los cien habitantes. De 183 localidades
que tiene la provincia, 113 se encuentran en esa situación.
En la provincia de Guadalajara el
panorama también es crítico. En ella, prácticamente seis de cada diez
municipios recorren la pendiente hacia la desaparición si no logran remontar
con rapidez sus censos demográficos. De 288 municipios que tiene esta
provincia, 164 cuentan con menos de un centenar de personas empadronadas: el 57
por ciento del total.
Le sigue la provincia de Burgos,
en la que el 41,5 por ciento de todos sus municipios están en esa situación. De
las 371 municipios que tiene la provincia burgalesa, 154 cuentan con menos de
cien habitantes empadronados.
Tras ellas está la provincia de
Teruel, que cuenta con 86 municipios (el 36% del total) que ya no llegan al
centenar de vecinos.
En la provincia de Palencia la
cifra se eleva al 34,5% -66 localidades con menos de cien habitantes
empadronados-.
En la comunidad autónoma de La
Rioja, el 33 por ciento de sus municipios cuenta con menos de un centenar
de vecinos, situación en la que se encuentran también el 32% de las localidades
de las provincias de Segovia y de Ávila.
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