Ha fallecido en Zaragoza, a los 96 años de edad, Máxima Gracia Lacasa, fue esposa de Conrado Gabasa Yus. Su cuerpo se encuentra en el velatorio nº 6 del cementerio de Torrero y el funeral tendrá lugar hoy en Plenas, a las 18 horas. Nuestro más sincero pésame a sus hijos Natalia, Mateo, Pedro, Vicenta y Luis; hijos políticos Juan, Mari Carmen, Rosa, Anselmo y Encarna, nietos y demás familia. De jóvenes, Máxima y Conrado, fueron de jornaleros con sus hijos al despoblado Mercadal (ahora Pardina de Mercadal), perteneciente a Loscos.
Con gran tristeza recibo la noticia de la muerte de Máxima Gracia, mujer
animosa, afable, bondadosa, trabajadora y cariñosa. La conocía del pueblo cuando
vivían aquí hasta el año 69 y yo jugaba
con su hijo Luis Antonio. Posteriormente, en los años 90, al comprar mis padres
la casa de la Calle Vergel fui vecino de Máxima y Conrado. Las noches de
verano, al anochecer, salíamos “a la fresca” , y en la calle se hacía un corro
de vecinos donde se hablaba de muchas cosas, se recordaban aventuras, personas… todo en un ambiente alegre y
encantador, a la luz de la luna en las tranquilas noches pleneras. Allí Máxima contaba
su vida y sus aventuras, los trabajos y alegrías que vivió durante los catorce
años que pasó en el Mercadal, de 1947 a 1961, una casa solitaria en medio del
monte, junto a la ermita de San Miguel, y donde hace cientos de años estuvo el
poblado del Mercadal. Me encantaba lo que nos decía, lo fui anotando y con esas notas publicamos un
cuadernito que creo interesante, pues deja constancia de unas formas de vida
que desaparecen. se puede leer en http://plenaszaragoza.blogspot.com.es/2010/09/vidas-aisladas-aproximacion-unas-formas.html
Acababa la narración con una conclusión que anoto aquí
(….)La
vida por El Mercadal era buena para Máxima y Conrado. Se sentían felices. El
dinero no les faltaba en aquellos años, incluso dejaban dinero a quien lo
necesitaba. En esa época pudo comprarse algunos campos, un corral, etc, pero
claro, sufriendo muchísimo, pues estaban todo el día fuera de casa. Los niños
se quedaban con su madre cuando Máxima tenía que ir a masar,o a regar, a
escardar, a segar, etcétera.
Máxima también contaba encantadores cuentos que también anoté y se pueden
leer en http://plenaszaragoza.blogspot.com.es/2010/09/de-la-tradocion-oral-en-plenas.html
Tenía muy buena memoria, aunque los últimos tiempos le fallara algo. Eran
cuentos que recordaba de su niñez y juventud, los que le contaba su padre que
había sido segador por lejanas tierras de Castilla, Cinco Villas, etc…. Y de su
estancia cuando era joven, en Zaragoza. Era buena narradora. En esas veladas maravillosas, yo escuchaba con atención sus relatos mientras en la hermosa noche plenera los murciélagos volaban alegremente sobre nosostros y a lo lejos veíamos alguna fuina pasar
Ahora al recordar ese tiempo
pasado me entristezco bastante pues muchos que estaban en ese corrillo se han
muerto o por la edad están muy deteriorados….
Poco a poco van cambiando las costumbres y el pueblo que conocí en mi infancia va desapareciendo.
Cuando uno de nuestros mayores desaparece con él también desaparecen muchas
cosas : una biblioteca de conocimientos,
recuerdos, formas de vida, formas de narrar…
nuestro pueblo, nuestra cultura se va empobreciendo.
Los últimos años veía poco a Máxima pero guardo un hermoso recuerdo de
ella y de su familia. Descanse en paz junto a su querido Conrado, que murió en
1992. Un abrazo para sus hijos y nietos.
Angel Tomás