En 1727 la villa de Plenas tuvo un pleito contra
los dueños de un batán de Monforte
porque contaminaba las aguas que luego se bebían en Plenas.
El batán de Monforte
En abril de 1704 el Concejo del lugar de Monforte
dio licencia y permisos a Felipe Diez, carpintero de la localidad, casado con
Josefa Bosqued, para hacer y fabricar un
batán en el río Santa maría, debajo del camino que va de Monforte a Mezquita,
en la partida llamada Molinar, con varias condiciones:
1)
Que no puede vender el batán a persona que no sea
vecina de Monforte
2)
Que el batán no perjudique a los vecinos el día
que rieguen
3)
Que las aguas del batán no hagan perjuicio a
ningún vecino de Monforte y si lo hicieren, lo reparen.
4)
Que si sucediera llevar cualquier vecino y
habitante de Monforte algunas ropas por algunas enfermedades, a lavarlas al batán,
deba dicho batanero admitirlas y asistir al que las llevare hasta ponerlas en
la pila, diciéndole lo que debe hacer para componerlas, con tal que al batanero
se le deba avisar un día antes para que desocupe la pila y no se mezclen unos
paños con otros.
5)
Si el azud tuviera alguna quebrada o desquicio,
que dicho batanero deba asistir por su parte con las personas que fueren
necesarias para el reparo sin que pueda pedir por ello paga alguna.
Poco después se asoció a medias con Francisco
Pardo. Felipe Díez vende en 1706 su parte a Antonio Pérez, de Huesa, pero
vecino de Monforte.
El batán tenía una zona para batanear y dos pilas
para tintar. Su labor consistía en batanear todo género de telas, cordellate, paños
e hilanza , y tintar bayetas, paños, ropas, estambres, hilos, lanas, sedas, etc al precio convenido.
Quejas de los vecinos de Plenas
En 1727 los vecinos de Plenas se quejan que el
agua del batán, con ciertos tintes “ daña y corrompe el agua “ que llega a
Plenas, “la cual sirve para el alimento y
usos de los vecinos, por no tener otra que poder beber, que ha ocasionado
muchos accidentes y enfermedades y de estas ha resultado la muerte de diferentes
vecinos desde que se establecieron dichos tintes” y solicitan a las
autoridades de la Comunidad de Daroca que se derribe dicho batán, o que se deje
de usar dicho batán y tintes.
Francisco Pardo y Antonio Pérez, dueños del batán,
presentan pleito quejándose de esa actuación tan perjudicial para su negocio.
Cada una de las partes va alegando razones en
defensa de su posición.
Alegaciones de Plenas
Los de Plenas dicen en un informe de médicos, que
notan enfermedades en los vecinos como son herpes, flogosis del hígado,
diarreas demasiado largas y en muchos, obstrucciones crecidas; algunos con
frenitis y parafrenitis, y de estas enfermedades han muerto varios vecinos, y
lo achacan a la calidad del agua que beben. También se secan los árboles y
plantas regadas con esas aguas.
Que las aguas bajan arcillosas, cenegosas,
tufosas, limosas y oleaginosas.
Que para los adherentes del tinte se usan
productos como el alumbre, caparroso, indio y otros minerales, así como raíces de
noguera, zumaque y otros vegetales.
“Dichas
fábricas son tan nocivas a la salud pública de la villa de Plenas, que no pueden
ser de valor ni subsistencia alguna dichas licencias, porque siempre debe
prevalecer la salud pública especialmente siendo tan nocivos y manifiestos los
daños que han padecido y padecen los vecinos y moradores de Plenas”.
Plenas presenta de testigos a varios médicos:
Antonio de Oriz, médico de Huesa y José Paracuellos, médico de Blesa, que
exponen que las aguas contaminadas si que pueden producir enfermedades y son
nocivas para la salud.
Alegaciones de los bataneros
Los bataneros alegan que llevan muchos años trabajando y no se
habían quejado hasta ahora, veinte años después.
Que el agua que sale del batán con sustancias, se
purga con el largo tránsito que hay desde dicho tinte hasta el pueblo de
Plenas, ya que necesitan sus aguas unas ocho horas para hacer el trayecto y el
terreno por el que pasa es muy agitado y por esta razón purga cualquier
cualidad dañina que anteriormente recibieron.
Que no es verdad que el agua de la acequia es la
única que tengan los vecinos para su
uso, ya que existen fuentes próximas
Y que el batán es el único medio que tienen para
mantenerse ellos y sus familias y que si lo cerraran, se quedarían en la más
absoluta de las miserias.
Los bataneros presentan mejores testimonios.
Los testigos hablan que los bataneros hacen bien
su trabajo, de calidad y son honrados, que no tienen ninguna queja de ellos.
Comentan que en Huesa hay cuatro batanes con más
de catorce oficiales bataneros y tintoreros que usan las aguas que poco más
abajo reciben los vecinos de Blesa, a una distancia mucho menor que la que hay
entre el batan de Monforte y plenas, y
que jamás ha oído queja ni experiencia de daño alguno de los vecinos de Blesa.
Lo mismo pasa con el batán de Almonacid de la Cuba, y que usan el agua los de
Belchite sin daño alguno.
El testimonio más contundente es el del cirujano de
Moyuela, Juan Francisco Pérez, que antes fue cirujano de Plenas, adonde llegó
en 1717 de su anterior destino en La Hoz de la Vieja, y estuvo seis años
ejerciendo en Plenas. Cuenta que trajo a su mujer a Plenas “con una grande destemplanza de hígado,
considerándose sin esperanza de remedio. A los pocos meses que estuvo en
Plenas, con solo beber sus aguas, sin haberla medicinado, quedando buena y
sana, permaneciendo en su salud hasta hoy”
Además cuenta que ha visto a los vecinos de
plenas usar la fuente llamada del Margal, que no es mucha el agua que daba pero
en verano salía muy fresca.
Verificación de los testimonios
Se creó una comisión para verificar lo dicho por
los testigos
El 16 de septiembre de 1727 subió la comisión a
Plenas a buscar fuentes cerca del pueblo.
Primero fueron a la Fuente del Margal, que está a
600 pasos del pueblo , saliendo por la parte que está La casa de la Comunidad
de Daroca, y observaron que bajaba poca agua. De allí fueron a la fuente del
Frasno, distante 700 pasos y vieron que arrojaba una teja de agua.
Luego retrocedieron hacia Plenas encontraron otra fuente o caño, distante 600 pasos, junto a la
tejería de Plenas, y se vio que salían 3 tejas de agua. Hallaron ser salubres
para el uso y conservación de la vida y salud humana
La comisión subió otro día a hacer el recorrido
desde Plenas al batán, para ver como es el terreno.
“Saliendo
de la villa de Plenas, a fin de hacer la vista ocular y reconocimiento del
curso del agua del batán y tintes, y distancia que menciona la segunda pregunta
de dicho interrogatorio, y siguiendo el curso
de la referida agua hasta el batán y tinte mencionados y halló y vio que
el terreno por donde baja dicha agua unas veces en acequia, otras en río, es
cascajoso, montuoso y encuentran peñascos en donde el agua se bate y golpea y asimismo
pasando la azud donde cogen el agua los de Plenas para introducirla en su molino
que está dentro de dicha villa, más arriba de la referida azud hay un estrecho
que el agua `pasa entre dos peñascos muy intrincados, y siguiendo dicha
corriente más arriba de la Ermita de Nuestra Señora del pilar, situada en los
términos de Monforte, a poca distancia de esta se halló el Molino Bajo, del
lugar de Monforte y subiendo más arriba, a otra corta distancia, se halló el
Molino Alto, segundo del lugar de Monforte y por ambos molinos y sus balsas
transita dicha agua a Plenas y pasando
más arriba, a otra corta distancia se halla el batán y tintes mencionados de
Monforte y respecto de la distancia que menciona la segunda pregunta de dicho
interrogatorio en cuanto a la de ir personalmente siguiendo la corriente desde
Plenas al batán habrá distancia, y la hay, de dos horas de camino por las
dificultades al transitar por el mismo rumbo del curso del agua. En cuanto a la
duración y distancia que gastará el agua de pasar desde el batán a Plenas con
la detención que hace en ambos molinos y círculos y rodeos que lleva su
corriente hasta Plenas será su duración desde la salida del batán hasta la
llegada a Plenas de unas cuatro horas de distancia y duración por venir de presente el agua muy
copiosa u abundante, y respecto que en tiempo de verano se minoran dichas aguas
entonces tendrán demoración y distancia de llegar a Plenas como 8 horas poco
más o menos de tiempo. Y para que conste se hizo la presente vista ocular según
está mandado en dicha real provisión y firmo dicho comisario y doy fe.
Firman Juan Antonio de Cortes y
Martín Cubero.”
Al final se falló a favor de los bataneros y se
mandó a los justicias de Plenas que hagan limpiar y componer las tres fuentes
que se buscaron y usarlas bajo pena de
50 escudos. Se dio la sentencia el 23 de junio de 1729.
Este documento se halla en el Archivo Histórico
Provincial de Zaragoza
Doc. J/014391/00005
Curiosidades:
Las
tres fuentes de Plenas que se nombran: la del Margal, la del Frasno y la de la Tejería (solo
conozco la de la Tejería)
La
Casa de la Comunidad de Daroca en Plenas, que realmente no se a que edificio del pueblo
corresponde.
El
batán de Monforte aparece en documentos el año 1860 como Batán de Tomás Cortés.
En
1707, el ayuntamiento de Monforte estaba formado por
Francisco
Royo y Juan Fortún, jurados de Monforte
Blas
Martín, procurador
Martín
Mainar, teniente de jurado segundo
Pedro
Villuendas, consejero
Jaime
Cortés, consejero
Juan
Beltrán, consejero.
Otros
vecinos de Monforte en 1707
Francisco
Mayoral, cirujano de Monforte
Valero
Villanueva, albañil.
Personas que aparecen en el documento en 1727
Bartolomé Cameo,carpintero, de 40 años, de
Monforte
Matías Pereita, de 45 años, labrador, de Bádenas
José Arraco de los Arcos, médico de Moyuela
José Muñio , medico de Monforte
Antonio de Oriz, médico de Huesa
José Paracuellos, medico de Blesa
Antonio Lozano, vecino de Moyuela
Juan Francisco Pérez, cirujano de Moyuela
Plenas 1729
Francisco Peña, alcalde mayor de Plenas
Domingo Martín, alcalde segundo
Francisco Sancho, regidor primero
Angel Tomás