Hoy 4 de diciembre es
festividad de Santa Bárbara. Sirva estas líneas para recordar una de las grandes festividades de nuestro pueblo, ahora muy olvidada.
Santa Bárbara es la
patrona de Plenas, aunque no lo parezca, y en siglos pasados, el 4 de diciembre
era la fiesta Mayor de Plenas.
Hubo Ermita dedicada
a Santa Bárbara en el pueblo, ahora convertida en almacén pero que todavía
guarda detalles constructivos de gran interés. También hubo cofradía de Santa
Bárbara en la localidad.
Para más información http://plenaszaragoza.blogspot.com.es/2010/09/ermita-de-santa-barbara-de-plenas.html
Aqui ponemos algunos datos
La cofradía de Santa Bárbara era la mas antigua
de la localidad, fundándose cuando se construyó el templo. A lo largo de la
historia de Plenas han existido varias cofradías, desapareciendo unas y
apareciendo otras. En el siglo XVI existía la de San Blas, que tenía su sede en
la ermita de Santa Bárbara. A principios del siglo XX había 4 cofradías: Santa
Bárbara, el Santísimo, la del Rosario y la de la Virgen del Carrascal.
La antigua cofradía de Santa Bárbara, era la de
los pobres, con numerosos hermanos cofrades que tenían obligación de ir
vestidos con capa, a acompañar a los difuntos puesto que si no lo hacían eran
multados. Esta costumbre duró hasta poco antes de la guerra civil. Para
mantenimiento de la cofradía se pagaba una cuota anual y los hermanos cofrades
estaban obligados a ir a trabajar a los campos de la ermita, cuyos rendimientos
eran para la misma. La cofradía estaba encargada de velar por el edificio y el
cuidado del culto.
Cada año se elegía al mayordomo de la cofradía.
El 4 de diciembre era la festividad de Santa Bárbara, con gran tradición en
Plenas antes del siglo XX, pues era la patrona de la localidad. El día anterior
subían las mujeres a limpiar la ermita y arreglarla, y al día siguiente se
hacía misa solemne a la que debían acudir todos los cofrades. Antiguamente se
hacia una pequeña procesión alrededor de la ermita que posteriormente
desapareció. Después de la Santa Misa había Capítulo general, (asamblea de
todos los cofrades) donde se hablaban de los asuntos que concernían a la ermita
y la cofradía, y después había una comida de hermandad. Todo eso desapareció y
se sustituyó con el paso de los años por un pequeño refresco para todos los
hermanos el día de la Santa, después de la Solemne Misa, que organizaba el
mayordomo.
La festividad de Santa Bárbara era aprovechada
por los quintos del pueblo para celebrar la primera merienda, que la realizaban
con el dinero que sacaban de ir pidiendo por las casas. Era costumbre de las
mujeres del pueblo hacer en el horno tortas para ellos, las tortas de los
quintos.
Otra costumbre de los quintos era cortar un
madero o chopo y ponerlo en la ermita de Santa Bárbara, y a los diez o doce
días lo vendían y con lo que sacaban hacían una merienda.
A finales de los años 60 y principios de los
años 70 del siglo XX vino a la localidad un cura párroco, don Elías, el cual se
dedicó, entre otras cosas, a desmontar las tradiciones religiosas del pueblo,
entre ellas figuraba la supresión de la romería al Carrascal y las cofradías,
con lo que desaparecían, de la noche a la mañana unas instituciones de más de
600 años de antigüedad, aunque posteriormente se recuperó la romería al Carrascal, que se continúa realizando.
SANTA BÁRBARA Y SU INVOCACIÓN EN PLENAS
Para los hombres del campo, los fenómenos
meteorológicos eran muy importantes. Existía temor a que una tormenta de
pedrisco descargara antes de coger la cosecha, o que algún rayo cayera y matara
a algún pastor o rebaño en el monte y entorpecían muchas labores domésticas,
así que era obligado tomar precauciones cuando se acercaba una tormenta y
realizar un pequeño ritual preparatorio dentro de la casa para intentar evitar
los males que pudieran producir los rayos y las tormentas y conseguir
protección.
En Plenas, cuando venían tormentas y caían
truenos, las mujeres se metían en las casas, apagaban todas las luces y
cerraban puertas y ventanas para que no entrara ninguna centella. Encendían una
vela a Santa Bárbara y le rezaban o decían alguna letanía o conjuro que
conocían, o tenían escrito y lo leían. Además se buscaba por la casa los
amuletos para esconjurar la tormenta.
En Plenas se decía esta coplilla:
"Santa Bárbara bendita
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita
en el ara de la cruz,
Pater noster, amén Jesús”.
A cada trueno y rayo que caía se santiguaban e
invocaban protección a Santa Bárbara. Antiguamente se acompañaba la llegada de
tormenta con un toque de campanas, lúgubre y cadencioso, que era una especie de
conjuro que en Plenas se llamaba “tintirinublo”, y cuya letra se cantaba
acompasándola al ritmo de las campanadas. Cesaba el toque del tintirinublo
cuando la tormenta se alejaba. Entre la Santa Cruz de mayo y la Santa Cruz de
septiembre, se tocaban todos los días al mediodia el tintirinublo, de
modo preventivo ante las tormentas. La letra del tintirinublo de Plenas
se ha perdido pero en muchas localidades se cantaba una que sería muy parecida:
Tente nublo,
tente tú,
más puede Dios
que ciento tú.
Si eres agua,
vente acá.
Si eres piedra,
vete allá,
vete a los montes
a
descargar.
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