En el ABC de hoy sale esta inquietante noticia:
¿En que categoria colocamos a Plenas?
Ocho de cada diez municipios aragoneses
están en serio peligro de desaparecer a medio plazo, bien porque ya están
demográficamente heridas de muerte o porque sus censos han entrado en un
declive que compromete gravemente su futuro.
Una de cada cuatro localidades de Aragón están
calificadas como«municipios terminales», que en demografía se otorga a
aquellas poblaciones que, por su escaso número de habitantes, la falta de niños
y la alta tasa de envejecimiento caminan inexorablemente hacia la desaparición.
En Aragón hay actualmente 162
«municipios terminales». Y, además, esta Comunidad autónoma tiene otras
411 localidades están calificadas como demográficamente «muy viejas», están
justo en el peldaño previo, a un paso de ser catalogadas como «municipios
terminales».
Todo esto hace que el panorama de conjunto
sea muy complicado: en Aragón ocho de cada diez municipios están en vías de
extinción o llevan firme camino de estarlo. Entre todos ellos suman ahora
184.000 habitantes, menos del 15 por ciento de la población total que tiene la
región.
La pequeña localidad de Bagüés
encabeza la lista de «municipios terminales» en Aragón. Sólo quedan
una veintena de vecinos, y uno de cada cuatro tiene más de 65 años. Es el
municipio en situación más crítica. Está en el Prepirineo, en la comarca
zaragozana de las Cinco Villas.
El horizonte previsible, si nada lo remedia,
es que cada vez más territorio de Aragón avanza hacia el desierto demográfico.
Y las proyecciones hechas por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
permiten ser poco optimistas.
Progresivamente, la población aragonesa se
ha concentrado en los núcleos urbanos y los censos de los pueblos se ha ido
estrechando. Más de la mitad de toda la población de Aragón reside en
Zaragoza. Y sólo tres ciudades más superan los 20.000 habitantes: las
capitales de Huesca y de Teruel, y Calatayud.
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