El espliego (2)

«Vamos a continuar con el proceso de destilación del espliego o "mota" en el pueblo de Plenas. Una vez atados los fajos había que trasladarlos hasta el lugar donde estaba instalada la caldera. El encargado de la olla pesaba con esmero los fajos de espliego y entregaba un vale al que lo traía donde se indicaba la fecha, los kilos y el nombre del segador, que se canjearía por dinero en fechas posteriores. El espliego recibido se almacenaba en el mismo lugar donde iba a ser transformado en esencia tras el proceso de destilación. Mañana procederemos a la preparación de la caldera». Eugenio Monesma Moliner