martes, 9 de junio de 2020
El espliego (3)
«Seguimos con la obtención de la esencia del espliego. La enorme caldera se componía de dos cuerpos divididos en su interior por una rejilla o chapa perforada. En la parte inferior se echaba el agua y por encima de la rejilla se colocaban las matas de espliego bien apretadas. Cuando el agua de la caldera estaba a punto de hervir llegaba el momento de cerrarla. Una juntura hecha con barro sellaba herméticamente la tapa durante la cocción, evitándose así la fuga de los vapores. La fijación de la tapa a la olla se hacía con unas grapas de hierro colocadas a presión con el martillo». Eugenio Monesma Moliner
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