En Plenas los zagales y zagalas, hacían un juego que se llamaba “tirar a repulero”. Consistía en arrancar un manojo de esta planta silvestre (de monte) por la parte de abajo y como es punzante, la clavaban en una pequeña pella de barro. Se tiraba a lo alto y si estaba bien incrustada, a peso, quedaba en el suelo, a modo de espoleta. “Vamos a coger pa repulero”, así lo decían. Como es muy vistosa, también se recogía para rellenar floreros y duraba mucho tiempo, incluso años. Algunos forasteros que la vieron, dijeron que en sus pueblos, creían que se llamaba “pelo de la Virgen”.
Nuestro agradecimiento a Montse Navarro, Reyes y Nicolás Gracia.
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